En la Comisión de Hacienda del Concejo de Bogotá se votará este fin de semana el proyecto que según el Distrito busca beneficiar a niños, jóvenes, mujeres y familias vulnerables de la ciudad. Aunque varios concejales consideran que es un proyecto engañoso, y que la mayoría de recursos irán a parar a Transmilenio, todo indica que tiene los votos para pasar a plenaria.
Incomodidad y confusión. Son las sensaciones que reinan por estos días en la comisión tercera del Concejo, donde se debaten temas presupuestales, antes de la discusión final de un proyecto del Distrito, que busca, según su nombre, una inyección de recursos para fortalecer los planes sociales y atender a las poblaciones vulnerables. El ambiente es extraño: aunque se han escuchado voces en contra del proyecto por $1,8 billones (pues $1,25 billones se destinarán al Fondo de Estabilización Tarifaria de Transmilenio), al parecer el Distrito tiene los votos asegurados para impulsarlo hasta segundo debate.
Sobre el proyecto hay varios puntos de vista. Para algunos cabildantes es necesario, para garantizar la operación de TM, en especial si se tiene en cuenta que justo ayer la alcaldesa Claudia López y la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, anunciaron que el Gobierno cofinanciará el 50 % del déficit del causado por la pandemia. Eso indica que, como dijo la mandataria, hay que hacer una “vaca” para encontrar la forma para que el sistema siga operando o, de lo contrario, los buses no tendrían cómo rodar a partir de septiembre. “Sería como dejar a Bogotá sin agua o sin educación”, señaló la alcaldesa.
Por otro lado hay quienes consideran que, sin desconocer la importancia de girar recursos para la operación de TM, fue algo cuestionable haber incluido esa petición en un proyecto dirigido a lo social. Eso, teniendo en cuenta que los proyectos para poblaciones vulnerables tienen una destinación menor: $164.254 millones para Integración Social, $108.982 millones al sector hábitat, $31.320 millones para desarrollo económico, $29.667 millones para educación, $15.540 millones para mantenimiento vial, $19.000 millones para rubros ambientales, $3.627 millones para cultura, entre otros, que no se acercan a lo que se pide para salvar TM.
Hablamos con nueve de 15 concejales de la comisión, quienes dieron luces sobre cómo será su votación. Lo más curioso es que, aunque la mayoría dice que el proyecto no cumple las expectativas, todo indica que pasará a discusión en la plenaria. El plan de rescate social tiene dos ponencias con modificaciones, de los concejales Rubén Darío Torrado (Partido de la U) y Carolina Arbeláez (Cambio Radical), y una negativa de la cabildante Ati Quigua (Colombia Humana – MAIS). Para Torrado, el proyecto va a pasar porque sería complicado negar recursos a TM y en consecuencia dejar sin transporte a la ciudad. “Aunque la alcaldesa López nunca habló de TM, si no se giran esos recursos el sistema colapsa y van a perder el trabajo muchas familias”, dijo. Por su parte, Arbeláez señaló que si bien el proyecto no cumple con las expectativas que dijo el Distrito, también es consciente de que no se puede dejar sin transporte público a los más vulnerables. “Pedí modificar el título y que fuéramos sinceros, para que se sepa que es para salvar TM”.
Entre tanto, las razones de Ati Quigua para su ponencia negativa son “la necesidad de reflexionar si esta propuesta conduce a reducir la violencia que se da cuando hay desigualdades”. Según dijo, el proyecto no responde a las causas estructurales para superar la desigualdad y pobreza de la ciudad, por lo que aseguró que es necesario que la administración lleve al Concejo otro proyecto de política social que cumpla con su cometido de superar la pobreza y la desigualdad.
Otros concejales como Marco Acosta (Colombia Justa Libres), Carlos Carillo (Polo) y Juan Javier Baena (Bogotá para la Gente), coinciden en que el proyecto los pone en una situación difícil pues no es claro con la ciudad. “Uno siente que le están diciendo mentiras. A TM hay que rescatarlo y sostenerlo, pero no hablemos acá de un rescate social. Se le debe hablar con claridad”, dijo Baena.
Para Carrillo, el nombre del proyecto no es más que una excusa para pasar más de un billón de pesos “para rescatar la ineficiencia de unos privados”. Además, considera que es como destinar dinero a un barril sin fondo, porque las finanzas del sistema son “un taxímetro” y en unos meses habrá que solicitar de más dinero para garantizar el sistema. “Si se quiere insistir en el modelo de TM debe aumentar la tarifa o decir que van a subsidiar a los privados”.
Del otro lado está, curiosamente, un mix entre la oposición y los verdes. Concejales como Andrés Forero (Centro Democrático), Lucía Batidas y Andrés Onzaga (Alianza Verde) concuerdan que sin duda dejar a la ciudad sin transporte es un tema social. Eso sí, Forero y Bastidas le pidieron claridad al Distrito a la hora de pedir estos giros, mientras que Onzaga dijo que hay que “garantizar que con esos recursos el sistema siga operando”.
El debate del domingo iniciará con la intervención de los concejales, con lo que se despejarán los votos de cada uno. Sin embargo, desde ya está claro que si bien la mayoría consideran que el Distrito los “engañó” con las motivaciones del proyecto, será imposible decir que no a un proyecto que busca mantener la operación de TM y el SITP. Ahora vendrá un nuevo debate sobre cómo evitar que ese déficit se siga ampliando y los mecanismos para cerrar ese déficit, teniendo en cuenta que en 2020 los costos de operación del sistema fueron de $3,2 billones.