- El ruido ha aumentado considerablemente, en varias localidades bogotanas. Suba y Kennedy las más afectadas.
- La rumba extendida traerá más ruido, la ciudad no está preparada para un esquema 24/7.
- Ley contra el ruido 2450 de 2025, un marco legal muy necesario.
Es necesario que la Administración Distrital, haga un plan piloto y las correspondientes mediciones, para estar seguros de que la ciudad, si podría poner a funcionar un esquema de rumba hasta las 5:00 am, sin consecuencias fatales. En su concepto, por las condiciones de vías, seguridad, transporte, salud e infraestructura, la ciudad aún no está preparada para un esquema 24/7.
Según el concejal Torrado, “más horas de rumba, más trago, más borrachos, más riñas podrían aumentar la violencia. Y esto sin analizar otro agravante, se trata del aumento en el ruido. Porque al ampliar el horario de rumba también aumentará la contaminación auditiva, las denuncias por ruido, las riñas por intolerancia, el estrés, la ansiedad, el insomnio y las enfermedades que pueden desencadenarse en una población que no descansa debidamente. Claro está, que la única fuente de ruido no son sólo los bares y discotecas, también lo producen el tráfico vehicular, el tráfico aéreo, las motocicletas con escapes modificados, los piques ilegales -tan de moda ahora-, las festividades, las fiestas en casas, y en general, los vecinos bochinchosos”.
En sus palabras, Bogotá, es una ciudad bulliciosa, y es muy importante que la administración y las autoridades examinen este escenario de extensión de rumba, que podría influir negativamente en la convivencia pacífica y en el aumento de los niveles de ruido en la ciudad. Como cabildante y bogotano me pregunto ¿Y quién cuidará de nuestra salud? Ya veremos hasta qué punto la nueva ley 2450 de 2025 contra el ruido y la demás reglamentación, dará los resultados esperados y protegerá la salud y la calidad de vida de los bogotanos. Por lo pronto, cada uno de nosotros tiene una responsabilidad con el logro de un ambiente tranquilo, respetuoso y libre de ruido.
En un reciente Informe de Indicadores Primer Trimestre 2025, de la Secretaría de Seguridad, se registran las denuncias por ruido en las diferentes localidades a través de la línea 123, las cuales han aumentado en el primer trimestre del 2025, en comparación con las del 2024. Las localidades más ruidosas de Bogotá en el primer trimestre fueron: Suba con 12.223 denuncias (en el 2024 fueron 9.283) y Kennedy con 11.105 denuncias telefónicas (en el 2024 fueron 8.675). En total en la ciudad de Bogotá, se registraron en el primer trimestre de2025,un total de 86.829 llamadas por ruido. Otro dato curioso de estas denuncias, es que la cifra más alta, se reporta en la madrugada del sábado y del domingo, y precisamente, es el ruido nocturno, el que agrava los problemas de contaminación acústica, ya que muchos bares y discotecas superan los 55 dcA (decibelios ponderados A, la medida estándar de ruido) permitidos en la noche.
“Soy consciente de que la Alcaldía, la Secretaría del Medio Ambiente, y la Policía están trabajando para hacer cumplir la normatividad ambiental referente al ruido”. Tan sólo, en la localidad de Chapinero, a mediados de mayo, sellaron 4 bares por no cumplir con las normas, los requerimientos técnicos y de aislamiento acústico para mitigar el ruido.
Pero aún falta mucho, los controles no son suficientes. Se debe aplicar a cabalidad la normativa vigente: la Resolución 6918 de 2010, la Resolución 627 de 2006 (norma nacional de emisión de ruido y ruido ambiental, fija los límites de ruido), y la Ley 2450 de 2025 (sancionada el 04 de marzo de 2025 y nuevo marco legal para lograr implementar una política de calidad acústica en el país).
Los entes territoriales, las autoridades ambientales y de policía, deben ejercer coordinadamente sus responsabilidades y competencias respecto a este tema, para combatir el abuso de ruido, hacer cumplir las sanciones y multas que la ley establece, hacer mediciones efectivas y hacer cumplir los estándares máximos de ruido permitido, tal como lo establece la normatividad, para que todos los ciudadanos asuman su responsabilidad en el logro de una Bogotá y un país más tranquilo y habitable. Así mismo, es fundamental a través de estrategias pedagógicas sensibilizar a todos los colombianos para que entiendan la importancia de modificar los comportamientos que afectan el ambiente acústico de nuestros territorios.